FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DEL PLAN DE
MEJORAMIENTO 
JUAN JOSÉ NIETO DE BARANOA
VILMA HERRERA
IRINA MONTES
ERIKA SANTIAGO
MILENA TAPIA
PROFESORA: MG. ELIZABETH VIDES
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN – 
ÉNFASIS CURRÍCULO Y
ÉNFASIS CURRÍCULO Y
UNIVERSIDAD DEL NORTE
BARRANQUILLA, MARZO 15 DE 2016
 “El tercer elemento del ciclo de la
calidad es el mejoramiento. Éste se logra mediante el fortalecimiento de la
capacidad de los establecimientos y centros educativos para formular, ejecutar
y hacer seguimiento a los resultados de sus planes de mejoramiento. El
propósito de esta guía es apoyar este proceso, de manera que éstos puedan
alcanzar las metas que se han propuesto”.
MEN, Guía 34
 La  calidad educativa  se constituye en una  de las grandes exigencias del siglo XXI  que evidencia la efectividad del servicio educativo y se traduce en el grado de satisfacción de la sociedad. Lógicamente para alcanzar calidad educativa se requieren implementar procesos de autoevaluación y planes de mejoramiento continuo. Este último,  se constituye en  un proyecto estratégico y de innovación que amerita la acción participativa de la comunidad educativa, y su principal  propósito es superar debilidades detectadas y lograr avances en las distintas áreas de la gestión institucional.
  Por lo expuesto anteriormente, el presente trabajo está orientado a presentar algunas conceptualizaciones sobre Plan de mejoramiento, a la luz de los planteamientos hecho por  El MEN, de expertos y especialistas en la materia, como  Van Velzen, Isabel Cantón, Joaquin Gairin, y Javier Murillo Torrecilla, así como  las fases, características, principios, y componentes,  que se requieren en  la implementación de este proyecto  y su incidencia en el camino hacia la calidad.
En primera instancia se hace indispensable conocer, al abordar  la literatura  de los planes de mejora , que estos  desde sus orígenes  han buscado transformar los centros educativos, mejorarlos. El  movimiento de la mejora de la escuela surge como reacción a las reformas curriculares propuestas por los agentes externos a la escuela alrededor de los años 60, caracterizadas por la limitada participación de los usuarios y consumidores  del sistema educativo. (Murillo Torrecilla: 2003).
 En contraposición a esta 
postura se inicia este movimiento que busca transformar la educación
desde las propias escuelas, considerando sus condiciones internas, valorando su
cultura actual y promoviendo normas culturales positivas, planificando sus
estrategias para alcanzar sus objetivos , supervisar y evaluar su proceso,
progreso y desarrollo.(Murillo
Tordecilla: 2003).  A través de los
planes de mejora se  han aplicado un
sinnúmero de experiencias  que  representan un tesoro para los
establecimientos  que, hoy,  emprenden la marcha  hacia un proceso de cambio.
Teniendo en cuenta las anteriores
consideraciones algunos autores definen el plan de mejoramiento como un
proyecto de innovación educativa llevado a cabo en los centros educativos, con
la implicación del máximo número de sus integrantes con el objeto de conseguir
mayores avances de los esperados normalmente en los aspectos didácticos,
organizativos y de gestión. (Cantón, 2004). Siguiendo esta misma línea
conceptual Van Velzen (1985) lo define  como  un
esfuerzo sistemático y continuo dirigido a cambiar las condiciones de
aprendizaje y otras condiciones internas asociadas a una o más escuelas, con la
finalidad última de alcanzar las metas educativas más eficazmente.
 El plan de mejoramiento se concibe
entonces  como un instrumento de
aprendizaje y de mejora continua; ya que permite conocer las fortalezas y
debilidades desde una realidad institucional a través de procesos de
autoevaluación que buscan promover cambios en las diferentes gestiones de una
organización educativa; desde la 
directiva, administrativa y financiera, hasta la académica y
comunitaria, a través de la implementación de acciones y metas claras
tendientes a mejorar la calidad de las áreas que así lo requieran. (Guía 34,
MEN).
Por otra parte para que un plan de
mejoramiento sea fructífero y disminuya sus probabilidades de fracaso, debe
tener en cuenta unas estrategias de cambio que contemplen los siguientes
aspectos: autoevaluación institucional, desarrollo profesional docente,
investigación sobre el currículo y la investigación-acción. (Murillo
Torrecilla, 2003). Todos estos elementos no determinan, ni garantizan el éxito
de un programa de mejora, pero sí son fundamentales para  su implementación, así mismo  generan espacios de reflexión donde la  escuela identifica cuáles son sus áreas de
mejora, los  docentes desarrollan
procesos de formación en el conocimiento didáctico del contenido de acuerdo a
las necesidades del contexto escolar,  
la apertura al rediseño curricular y 
el principio de reflexión-acción se convierte en uno de los pilares  de los procesos educativos.
Además se hace indispensable para la
elaboración del plan una estructura que contenga  unos componentes esenciales que direccionen
la ruta operativa de éste, especificar el área de gestión que será intervenida,
objetivos, metas, indicadores y resultados que se esperan alcanzar,  un cronograma de actividades que busquen la
consecución de los objetivos trazados, recursos y responsables de las acciones.
También es de suma importancia diseñar un sistema de seguimiento y mecanismos
de control y evaluación al mismo, que permita tomar decisiones y realizar
ajustes en el desarrollo de éste.
Finalmente se puede concluir que en
la Educación  colombiana se están  generando cambios  vertiginosos en aras de alcanzar un
desarrollo social basado en  los
principios de equidad, paz y educación. Los centros educativos a través de la
ruta de mejoramiento,  implementada a
nivel nacional, se proponen  objetivos
claros y concretos que le faciliten establecer 
cuáles son los cambios que desean generar  en un tiempo determinado. Ahora bien,
considerando que, como sostiene Gairín (2006) la razón de ser de los
establecimientos educativos es prestar un servicio  a los educandos a través de los procesos de
formación que se imparten y que  por
consiguiente el grado de satisfacción  de
estos, las familias implicadas y de la sociedad, se considera en un aspecto
relevante de la calidad, las necesidades planteadas desde estas instancias no
pueden responder  a percepciones de
índole personal o cultural, por lo tanto es menester  un análisis objetivo de tales necesidades y
una cultura institucional en la que se evidencie la capacidad instalada en las
instituciones, para que  a través de
facultad de la autonomía concedida  en la
Ley General de Educación, gestione adecuadamente los procesos para formular,
ejecutar y hacer seguimiento a las propuestas de mejoramiento.
 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Canton. I. (2010).  Introducción
a los Procesos de Calidad. Revista Iberoamericana  sobre Calidad, Eficacia y Cambio en
Educación. Vol. 8, Número 5
Gairín. J. (2006). Los Planes de Mejora y la Satisfacción de la
Comunidad Educativa. Jornada de inspección educativa. Madrid 18- 20 de
Octubre.
MEN (2008) Guía Para el Mejoramiento Institucional. Santafé de Bogotá. 2008.
Murillo. F. J. (2003). El movimiento teórico- práctico de Mejora en
la Escuela. Algunas lecciones aprendidas para transformar los centros docentes.
Revista electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en
Educación. Vol. 1, Número 2.
Van Velzen, W et al, 1985, Citado
por Murillo. F. J. en El movimiento
teórico- práctico de Mejora en la Escuela. Revista electrónica
Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación.
 

